Vencido por el fuego de aquel amor ideal Que me inspiró el encanto divino de tu ser Como un reptil inmundo llegué hasta el lodazal Donde tenía un precio tu cuerpo de mujer Te había imaginado tan noble como fiel Después de aquella triste y amarga confesión Que ciego entre las garras de tu cariño cruel Como un vulgar suicida dejé mi corazón Pero no cantes victoria Porque hayas echado buena Que también son negras penas En las cartas del placer Vos naciste para el barro Y aunque te sientas sultana Si no es hoy será mañana Pero al barro has de volver El lujo que hoy envuelve tu cuerpo escultural Lo que es sin duda el fruto de otro mentido amor Te hace olvidar que un día fuiste a un hospital Y en el junto a tu lecho lloré por tu dolor También hoy hace un año que en la amargura atroz De esta pasión deliro por verte y comprendí Que solo has de sentirme cuando en el mundo a vos Te paguen con el cobre que me has pagado a mi