Huerfanita te quedaste sin amparo y sin hogar Sin amor de una madre, sin un pedazo de pan Y mendigando cariño en la calle caminaste Sin entrever la maldad, siempre trémula imploraste Nadie escucha tus palabras, ni atiende tus razones Y a nadie preocupa toda tu triste ilusión En tu experiencia tan pobre, no llegaste a comprender Que el paria en este mundo, jamás llega a conmover Madre, ¿por qué me dejaste? Sumida en penas y llantos Sabiendo que sufro tanto Y sola quedo en este mundo A tu cariño profundo, nunca podré disfrutar Estoy triste y abatida de tanto y tanto penar Dolida ya los pies y cansada de mendigar Hasta el nombre de la madre ha llegado a invocar Todo el mundo a sus súplicas, indiferente pasaba Y la infeliz pordiosera ya ni siquiera miraba En voz baja y lastimera, una limosna pedía Y su mano se extendía como pidiendo un favor Ni un alma caritativa de ella se conmovió Y en la puerta de un hospicio ¡pobrecita, se encontró!