Descartaba la obviedad del tiempo A cuestas del deseo, que sólo es deseo y nada mas Y nada más Era un ángel con el aura atada a un dolor tan grande Que solo comprendería quien la tocara Quien la besara No me abraces; no me pidas nada Cuando el frío empiece a congelarte el alma Yo estaré escapando lejos de tus alas Me estaré fundiendo con la luz del alba De algo así hablaba aquel cuento Del trapecista y la víctima inesperada Encarnada en sueños de papel Así fue que el trapecista sólo bailando en el aire Dejó a la muerte enamorada Enamorada No me abraces; no me pidas nada Cuando el frío empiece a congelarte el alma Yo estaré escapando lejos de tus alas Me estaré fundiendo con la luz del alba Y de amor murió la muerte enamorada Tan hermosa y frágil, tan abandonada