Cada persona nace con un cascabel Cada niño nace con un cascabel que lo acompaña Hasta que el hombre lo llena de brumas De miasmas y de olvidos, de cosas torpes y groseras Lo olvida, y ese cascabel empieza a ponerse Sordo como un badajo que perdió sonoridad Y la facultad de decir su canto solitario Volví a pisar a dónde no hay fondo Volví a caer en donde me escondo Y veo tus ojos, mirando el pozo Sin odio, pero despidiéndote de a poco Puedo sentir el fondo del pozo Voy a flotar en llanto ansioso Se sueltan mis lobos Son dueños del pozo Me ocultan, y vas despidiéndote de a poco Y recordé los días Cavando el pozo, diseñando la trampa Para volver un día y caer yo solo Y escucho los truenos Me hunden mis miedos El cielo nublado que graniza La culpa que golpea y adelante Mis manos, tapándome con barro Tus ojos, mirándome en el pozo Sin odio pero despidiéndote de a poco Ya no veo tus ojos Mirando el pozo Estoy solo, pero despidiéndote de a poco