Ojos que se clavan como dos puñales en mi corazón Ojos que me hablan de divina gracia y de adoración Labios entreabiertos que me envían besos con tal devoción Que me moriría prendido a esos labios De mieles y rosas de fuego y pasión Brasileña dulce; brasileña suave Hija de los Rayos ardientes del Sol Virgen de la fonda deja que las mieles Profane el secreto que inspira el amor No te olvides nunca; brasileña buena Que en la hermosa patria que crece el chañar Llora el paisanito que se hizo poeta Soñando en tus ojos un mundo ideal Rulos que se enredan En mis pobres dedos de suave temblor Blancas azucenas de excelso primor Brazos que se ciñen Con ansiosos lazos de celo y calor Yo me moriría ceñido a esos brazos Hoy que ya no hay nada después de tu amor Brasileña dulce; brasileña suave Hija de los Rayos ardientes del Sol Virgen de la fonda deja que las mieles Profane el secreto que inspira el amor No te olvides nunca; brasileña buena Que en la hermosa patria que crece el chañar Llora el paisanito que se hizo poeta Soñando en tus ojos un mundo ideal