Me invitas una copa, o te la invito, tenemos que brindar por nuestras cosas; no vamos a llegar a emborracharnos, no más nos tomaremos cuatro copas. Me tienes que decir por que te fuiste, yo tengo que saber cuál fue el desastre; si sé que por mí amor te consumiste, me tienes que contar por qué me odiaste. Quisiera detener en tí la vida, quisiera revivir aquel pasado; volver a ser el dueño de tus ojos, quedarme entre tu amor aprisionado. Quién sabe cuántos años han pasado, la vida no dejó las almas rotas y estamos recordando nuestra história, no más mientras tomamos cuatro copas.