Miguel Aceves Mejía

Cucurrucucu Paloma

Miguel Aceves Mejía


Dicen que por las noches 
no mas se le iba en puro llorar, 
dicen que no comía 
no mas se le iba en puro tomar; 
juran que el mismo cielo 
se estremecía al oír su llanto 
Cómo sufrió por ella, 
que hasta en la muerte la fué llamando: 

Ay, ay, ay, ay, ay, cantaba, 
ay, ay, ay, ay, gemía, 
ay, ay, ay, ay, lloraba, 
de pasión mortal moría. 
Que una paloma triste 
muy de mañana le va a cantar 
a la casita sola 
con las puertitas de par en par; 
juran que esa paloma 
no es otra cosa mas que su alma, 
que todavía la espera 
a que regrese la desdichada. 

Cucurrucucú, paloma, 
cucurrucucú, no llores. 
Las piedras jamás, paloma 
qué van a saber de amores. 

Cucurrucucú, cucurrucucú, 
cucurrucucú, paloma ya no le llores.