Sonaron cuatro balazos a las dos de la mañana, lo fui a matar en tus brazos sabía que ahí lo encontraba; no creas que alguien me lo dijo me dio la corazonada. Le dio la corazonada. Se me embaló la pistola, te salvaste de la muerte; todavía no te tocaba o fue tu noche de suerte; yo tuve que irme pa'l monte y ahí me volví rebelde. Y ahí se volvió rebelde. Yo sé que quieren matarme que la ley me anda buscando; Algún día darán conmigo, No sé ni donde ni cuando pero eso sí te lo digo me pienso morir peleando. Se piensa morir peleando. Adiós mujer consentida se despide tu rebelde, a tí te debo en la vida estar sentenciado a muerte; por eso mientras yo viva, mi suerte será tu suerte. Mi suerte será tu suerte.